Haz que duren
Cada vez que se fabrica un nuevo producto, se consumen muchos recursos, desde las materias primas y la energía que se usan para producirlo hasta el combustible que se gasta para transportarlo a la tienda. Asegurarte de que los artículos que compras duren el mayor tiempo posible es una de las formas más eficaces de conservar estos recursos naturales y reducir las emisiones de carbono. A continuación te explicamos cómo puedes empezar y lograr un gran impacto.
Tu impacto
Consejos y pasos de la acción
Introducción
¿Sabías que el 99% de los bienes de consumo que se venden en los Estados Unidos acaban en la basura a los 6 meses de su compra? Gran parte de estos desechos innecesarios se deben a la cultura "de usar y tirar", que nos hace creer que nuestras cosas no valen mucho y se pueden sustituir fácilmente. Sin embargo, cada vez que fabricamos cosas nuevas, extraemos más recursos del medio ambiente, agotándolo más y más. Como resultado, en los Estados Unidos usamos una cantidad desproporcionada de los recursos de nuestro planeta. Si todos en el mundo vivieran como nosotros, ¡necesitaríamos de 3 a 5 planetas Tierra para mantenernos!
La solución: una economía circular donde nuestros objetos usados encuentran un nuevo propósito y, al final de su ciclo, se convierten en la materia prima de nuevos productos. Uno de los fundamentos de la economía circular es hacer que las cosas duren, es decir, prolongar la vida útil de lo que compras. De esta manera, estarás sacando el máximo provecho de los recursos utilizados para fabricarlas y del dinero que has gastado en ellas. Cuando tenemos en cuenta el impacto medioambiental de las cosas, es más fácil ver su verdadero valor y mantenerlas en uso tanto tiempo como podamos.
Estas son las reglas básicas:
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Antes de deshacerte de algo viejo o roto, piensa si lo puedes arreglar o restaurar para seguir usándolo.
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Si tú ya no puedes usarlo, piensa si alguien más podría darle un buen uso e intenta encontrarle un nuevo hogar.
Echa un vistazo a nuestra acción de aprendizaje ¿Qué es la economía circular? para saber más.
1Arréglalo
Todos podemos contribuir a reducir el consumo de recursos naturales si cuidamos nuestras cosas y las hacemos durar el mayor tiempo posible. Para ello, podemos arreglar las cosas que se rompen y restaurar las que se ven un poco desgastadas.
Arréglalo. Tendemos a pensar que nuestras cosas son desechables, pero no tiene por qué ser así. Si tienes un artículo roto, ¡no lo tires! Primero, trata de arreglarlo; quizás pienses que no puedes hacerlo, pero a día de hoy hay tutoriales en YouTube para todo. Coser un enganchón de la camisa es mucho más fácil de lo que crees.
Si no puedes arreglarlo tú mismo, pregunta a un profesional. Normalmente es más barata la reparación que comprar un artículo nuevo.
Busca si tienes un Repair Café cerca. Los Repair Cafés son lugares donde la gente se reúne y se ayuda a arreglar cosas. Pide ayuda (¡o ayuda tú a otros!) y vuelve a casa con tu artículo arreglado sin costos de reparación. Cada vez hay más Repair Cafés. Consulta este mapa para ver si hay uno en tu zona. Si no tienes ninguno cerca, puedes organizar uno.
Restáuralo. Tal vez tu artículo no esté roto, pero se ve desgastado o antiguo. ¡Dale un aire renovado! Puedes pintarlo con un color moderno o, si se trata de una prenda de vestir, piensa cómo combinarla con algo nuevo. A menudo nos obsesionamos con tener lo último, pero arreglar nuestras cosas y darles una nueva vida les da un valor y un significado impagables: tus cosas tendrán personalidad propia y una historia que contar. Tal vez se trate de un regalo especial de tu tía o de un zapato que ha encontrado nueva vida en forma de maceta, o bien has vuelto a poner de moda una vieja tendencia. ¡Inspírate y dale un giro a tus cosas!
2Conecta y comparte
Seguro tendrás algunas cosas que ya no necesitas o que usas muy poco. Si ese es el caso, puedes buscarles un nuevo hogar en vez de tirarlas a la basura o buscar alguien con quien compartirlas. Aquí tienes algunos consejos para empezar:
Conecta con tus vecinos. La próxima vez que quieras vender, compartir o regalar algo, mira cerca de tu casa. La mayoría de los vecindarios tienen alguna forma de publicar mensajes, desde tablones de anuncios hasta plataformas online como Nextdoor y grupos de Google. Compartir, reducir y reutilizar con tus vecinos permite ahorrar energía y recursos. También es una excelente forma de conocer a tus vecinos y establecer lazos en tu comunidad.
Expande tu círculo. Para ampliar tus opciones, hay listas más grandes como Freecycle, eBay, Craigslist y grupos de Buy Nothing donde puedes publicar tus cosas y buscarles un nuevo dueño rápidamente. Además, algunos talleres y reparadores aceptan artículos rotos de forma gratuita, los arreglan y los venden, por lo que puedes prolongar fácilmente la vida útil de tus cosas usadas sin costo alguno para ti.
Presta y comparte. Si tienes algo que no usas a menudo pero que podría ser útil para otras personas, como herramientas, dispositivos portátiles o electrónicos, puedes unirte a un grupo de préstamos de tu vecindario o incluso crear uno.
Dona. Si los artículos están muy usados pero todavía sirven, puedes donarlos a alguien que los necesite para ahorrar recursos y reducir tu impacto ambiental. Estarás ayudando a que otras personas de tu comunidad puedan acceder a artículos importantes, incluso si no tienen suficientes recursos. Muchas organizaciones como Goodwill, Salvation Army, Habitat for Humanity ReStores y refugios e iglesias locales aceptarán encantados tus cosas usadas. Además, podrás deducirte impuestos por algunas donaciones, así que no olvides pedir tu recibo de donación.
¡Felicitaciones! Te has comprometido a reducir la basura que se envía al vertedero siempre que puedas, con lo que ahorrarás recursos, energía y dinero. Y no olvides reciclar las cosas que no se pueden reutilizar. Obtén más información en la página de la acción Recicla.